Tres días explorando Kuala Lumpur

Tres días explorando Kuala Lumpur

Después de mucha indecisión y mil ideas de viajes, decidimos hacer una ruta de mochileros de 15 días por Asia. En concreto, en Kuala Lumpur (Malasia), y Bali y las Islas Gili (Indonesia).

El viaje lo hicimos en noviembre de 2015. Decidimos ir en este periodo porque fue más fácil coincidir en fechas, aunque no es la más recomendable ya que es epoca de lluvias y monzones. Aún así, las ganas de ir a visitar estos lugares eran tantas que decidimos arriesgarnos, y afortunadamente sólo encontramos lluvia durante algunas horas del día en Kuala Lumpur. Por otro lado, en Indonesia gozamos de días muy soleados (aunque húmedos) y muy muy calurosos. Pero dejamos las consideracones iniciales que nos hicieron dudar, y empezamos a contar nuestra experiencia que esperamos sea de interés y ayuda para futuros viajeros.

El viaje lo organizamos en 3 etapas: 3 días en Kuala Lumpur, una semana en Bali y 3 días en las Islas Gili (Gili Trawangan, Gili Air y Gili Meno).

Después de mirar diferentes recorridos, decidimos comprar el vuelo a Kuala Lumpur con escala en Dubai (533€). Kuala Lumpur nos hacía mucha ilusión por tener la posibilidad de ver de cerca el símbolo de la ciudad, las Torres Petronas, muy conocidas por ser unas de las torres más altas del mundo (las más altas hasta 2003), y por la película La Trampa.

DÍA 1: TORRES PETRONAS

Cuando llegamos al aeropuerto de Kuala Lumpur, tomamos un tren, el KLIA2 Express que conecta la terminal directamente con el centro de la ciudad en 30 minutos (7,80€). El primer “reto» al que nos enfrentamos fue el cambio de moneda. Antes de viajar, decidimos cambiar algunos euro a dólares, ya que éstos sirven casi en todo el mundo, pero las monedas locales (Ringgit de Malasia y Rupia Indonesia), las cambiamos directamente allí. De hecho, en ambos casos cambiamos unos cuantos euro en el aeropuerto y cuando necesitamos más cambiamos en cajeros automáticos o en casas de cambio.

Llegamos a Kuala Lumpur a media tarde, así que pudimos ir al hotel, descansar un rato y salir a visitar la ciudad desde el primer dia. Decidimos coger un hotel bastante barato en el barrio chino, ya que leímos información sobre lo que se tendria que visitar en esta ciudad y el barrio chino era una de ellas, y además el hotel estaba céntrico y bien comunicado con transporte público. El hotel (Nan Yeang Hotel**) estaba cerca de la parada de metro Pasar Seni, y se llegaba en unos diez minutos andando, en el corazón de Chinatown. Era sencillito, bastante limpio, funcional y el personal era amable. Nos costó unos 17€ por noche,

Despues de descansar un poco y refrescarnos después del largo viaje, estábamos preparados para descubrir la ciudad. Las primeras impresiones que tuvimos fueron de caos y suciedad, primero en el barrio chino, pero sobretodo en los barrios más pobres, aunque desgraciadamente esto es algo común en los países del sudeste asiático.

La humedad y el calor de la ciudad agotaban mucho, y además ese día llovío todo el rato, pero aún así teníamos muchísimas ganas de visitar las Torres Petronas, ni que fuera una visita rápida.

Durante los tres días en Kuala Lumpur aprovechamos el servicio de buses gratuitos. Estos se llaman Go-KL CityBus y tienen cuatro líneas que circulan por toda la ciudad y se van enlazando para conectar zonas turísticas. Nosotros usamos básicamente la línea verde y lila, y la verdad es que es muy conveniente para moverte por la ciudad.  Así pues, tomamos la línea lila del bus hasta llegar a las Torres Petronas.

Cuando llegamos ya era oscuro y las torres estaban completamente iluminadas. Como se puede ver, es algo impresionante, por el tamaño, la forma, el puente que las une… Nos encantaron! Estuvimos un rato paseando por la zona, mirando la fuente que está justo delante, haciéndonos fotos y admirando las imponentes torres.

Torres Petronas
Torres Petronas

Despues de haber visto las torres, decidimos volver hacía el hotel dando un paseo por la zona en que se encuentran todos los rascacielos, una zona de negocios, más limpia y ordenada pero sin mucho más por visitar. Así que para encontrar un sitio para cenar tuvimos que volver a las torres y comer en el centro comercial cercano a las Torres Petronas. Tras eso, fuimos a buscar el bus lila otra vez para volver al hotel.

 

DÍA 2: BATU CAVES Y CENTRO DE KUALA LUMPUR

En el segundo día en Kuala Lumpur decidimos descubrir otras atracciones de la ciudad, como la mezquita y el barrio chino, y además, quisimos acercarnos a las Batu Caves, unas cuevas hindús, uno de los lugares de peregrinación hindú más populares fuera de la India.

Cruzamos el barrio chino por la calle principal, Petaling Street, esperando encontrar algo para desayunar en las paraditas que hay en las calles, pero nada de lo que vimos nos convenció, así que compramos unas pastas  y agua en la estacion de tren para comer en el trayecto.

Petaling Street
Petaling Street (Jalan Petaling)

En estos países siempre es recomendable llevar agua enbotellada, primero por el calor y humedad que hace, que casi te obliga a estar hidratándote continuamente, pero más importante para evitar dolores de barriga.

Tomamos el tren KTM Kmuter en KL Sentral, y tras 8 paradas, unos 22 minutos, llegamos a la estación de las Batu Caves, en Selangor, a 13 km al norte de Kuala Lumpur. La estación se encuentra justo en la entrada de las cuevas. En este centro de peregrinaje hay diferentes templos con jardines hasta llegar a una enorme escalinata que da acceso a las cuevas. En su base se encuentra la enorme estatua dorada de Murugan, dios hindú de la guerra, la victoria, la sabiduría y el amor.

Batu Caves con la estatua de Murugan
Entrada a las Batu Caves con la estatua de Murugan

Antes de subir la escalera, tuvimos que comprar un sarong (pañuelo típico) para tapar las piernas, ya que las mujeres, si no llevan éste o falda larga, no se les permite el acceso. En una mesita lo alquilaban, pero casi por el mismo precio, vale la pena comprar uno para los futuros templos que se vayan a visitar, ya que, por lo visto en este viaje, siempre conviene llevar un pañuelo, a pesar del calor, para el acceso a los templos o lugares sagrados.

Subiendo la escalera lo primero que impresiona son los monos que andan libremente y a la espera de cazar alguna bolsa de plástico de algun turista para ver si encuentran comida. De hecho, vimos como a una turista le robaban su bolsa, pero aún así, los monos no suelen robar gorras o demás pertenencias, ya que sólo buscan comida. Son graciosos, pero hay que ir con cuidado y sobretodo, nunca intentar recuperar algo que te quiten ya que pueden ser muy agresivos.

Monos en las escaleras de las Batu Caves
Monos en las escaleras de las Batu Caves

Subimos las escaleras teniendo mucho cuidado con los monos, y llegamos a una cueva muy muy húmeda y con mucha gente asistiendo a una cerimonia hindú. Por el altavoz se oía oraciones y al final de la cueva, vimos un templo en una esquina. Después de pasar por tiendas de souvenirs, llegamos a éste. Era muy pequeño y tenía una entrada en la pared tapada con una cortina, donde los fieles entraban y hacían sus oraciones (suponemos).  Durante la celebración se entreve lo que hay detrás por la gente que entra y sale, pero lo único que vimos nosotros fue la figura de Ramayana. Al lado del templo, hay otras escaleras que llevan a otra cueva a cielo abierto en que hay otros dos templos, pero esta vez si que vimos la gente rezando.

Templo de Ramayana
Templo de Ramayana

Después de haber visto los tres templos principales, antes de bajar todas las escaleras, a mano derecha hay otras cuevas-templos. Queríamos visitarlas, pero cuando vimos en la Dark Cave (Cueva Oscura) el cartel que decía «Aquí vive una de las arañas más raras del mundo» decidimos pasar… Además, esta cueva tenía un coste extra porque era como un circuito. Realmente, el templo y la cueva en sí, nos decepcionó un poco, pensamos que sería más espectacular, pero las escaleras en la montaña y la enorme estatua de Muragan si que es algo recomendable de ver ya que se visita Kuala Lumpur.

Cueva principal de las Batu Caves
Cueva principal de las Batu Caves

Despues de haber visto las Batu Caves, volvimos a Kuala Lumpur en tren para seguir la visita de la ciudad y para buscar un sitio donde comer, ya que alli, a parte del templo hindú, no había mucho más por ver.

La parada de tren en Kuala Lumpur está muy cerca de la Mezquita Nacional (Masjid Negara). De hecho, por el centro de la ciudad se pueden ver varias, ya que el Islam es la religión oficial del país. La Mezquita Nacional es muy grande, de color azul y blanco y muy decorada. Alrededor hay fuentes y una especie de piscina como decoración. No visitamos el interior porque era necesario alquilar un Jilbab (vestido largo negro con capucha) y un pañuelo para poner en la cabeza y la verdad, no nos apetecía mucho…

Mezquita Nacional en Kuala Lumpur
Mezquita Nacional en Kuala Lumpur

Seguimos andando para ver el “Jalan Kebun Bunga”, el parque de la capital. Es un parque realmente enorme, y nosotros sólo vimos una parte que nos llevó de la parte mas alta, donde estábamos, hasta la parte mas céntrica de la ciudad, rodeando una pequeña colina. Después de un largo paseo, fuimos a una de las calles principales para esperar el Go-KL CityBus para dar una vuelta por la ciudad, aprovechando que llovía. Después de una pausa para comer en un pequeño centro comercial donde comimos comida típica malaya, seguimos la tarde visitando la ciudad en el bus, para ver lo máximo posible en poco tiempo, subiendo y bajando de los buses según lo que nos interesaba más.

Otra cosa que leímos que nos interesaba mucho era ver el parque de atracciones dentro de un centro comercial, el Berjaya Time Square Theme Park. A la entrada, el centro comercial es como otro cualquiera, pero cogiendo un ascensor al interior del mismo centro, se accede a otra zona en que se encuentra un parque de atracciones interno. Quizás porque era la primera vez que veíamos un parque de atracciones dentro de un edificio y porque pensamos que sería algo pequeño, nos sorprendió muchísimo. Ver la montaña rusa fue increíble, ya que pasa muy cerca de las paredes y de dónde estábamos mirando. Sin duda, por lo curioso que es, es una cosa que recomendamos mucho verlo un rato. Eso sí, no vimos nadie en la montaña rusa, así que no sabemos si es que la gente tenía miedo o es que estaba en pruebas.

Montaña rusa
Montaña rusa

DIA 3: KL TOWER

En nuestro último día en Malasia, decidimos subir a la Torre KL, una de las torres más altas del mundo (la quinta torre de comunicación). El precio no es precisamente económico (24€) pero es mucho más fácil que subir a las Torres Petronas, ya que éstas tienen entradas limitadas. Además en la Torre KL se ve unas vistas increíbles de la ciudad, incluyendo las Torres Petronas.

Llegamos hasta el pie de la torre con el KL CityBus, y subimos unos diez minutos a pie hasta la torre porque la lanzadera que ofrecen tardaba demasiado. El recibimiento en la torre fue muy caluroso, y no sólo por el solazo que hacía, sino porque un chico vinó corriendo a buscarnos a la entrada, nos explicó todo y nos ayudó en la compra de las entradas. Subimos con el ascensor hasta arriba y desde alli pudimos disfrutar de unas vistas espectaculares de 360º grados. Además un piso más abajo hay un restaurante y una tienda de souvenirs.

Kuala Lumpur
Kuala Lumpur desde la KL Tower

Tras subir a la torre, volvimos hacia el centro para visitar el Central Market y hacer algunas compras de última hora.

Esta fue la única que vez que el CityBus no nos funcionó, porque esperamos muchísimo rato y no pasaba, así que al final decidimos tomar un taxi. Claramente, como en todos sitios, los taxistas intentan aprovecharse de los turistas, así que mucho cuidado al tomarlo. En este caso, teniamos prisa y sabíamos que nos cobraba de más, pero aceptamos que por 5 minutos nos cobrara 4€. Al final, por curiosidad le preguntamos cuanto era el coste real, y salía por unos 2,5€.

Dimos una vuelta rápida por el mercado central de Kuala Lumpur, ya que nos quedaba sólo una hora antes de ir al aeropuerto. El mercado es un gran bazar cubierto, con muchísimos objetos de todo tipo. Nos gustó mucho, y la verdad es que, si hubieramos podido, nos habríamos quedado un rato más paseando y regateando.

La sensación que nos dió Kuala Lumpur, es que es una gran ciudad en la cual se nota una fuerte separación entre la zona moderna, de rascacielos, negocios y coches de alta gama, y los barrios periféricos y la zona de Chinatown donde está más sucio y se ven condiciones más precarias.

Finalmente, volvimos al hotel para tomar un taxi que habíamos reservado en recepción. Salía a cuenta ya que no era mucho más caro (16€) y era más rápido que el transporte público. En una hora aproximadamente llegamos al aeropuerto, y estabamos listos para nuestra siguiente meta. Bali!

2 comentarios en «Tres días explorando Kuala Lumpur»

  1. Yo vuelvo a llegar de nuevo a vuestro gran viaje Roger y Silvia, difícilmente yo lo haré , esto sí que es una manera barata de viajar y ver mundo desde el sofá.

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