Día 2: Coliseo, Foros Romanos y Palatino, Vittoriano, Fontana di Trevi, Piazza Spagna y mirador del Pincio
Empezamos el día con la visita al Coliseo. Usamos la tarjeta Roma Pass para ir del hotel al Coliseo con el metro desde “Termini” hasta la parada “Colosseo”. También utilizamos la Roma Pass para entrar en el Coliseo, entrada que incluía también la visita a los Foros Romanos. Entramos en el Coliseo y pudimos dar la vuelta al primer piso del monumento, donde hay muchos carteles con su historia y explicaciones sobre lo que solía pasar en él. Pudimos ver también la planta baja en que se veían todas las jaulas y los cuartos en que estaban los gladiadores y las fieras antes de salir a luchar. Había gente, pero al ser una estructura grande, también había mucho sitio para mirar cada esquina con tranquilidad y hacer fotos en todos lados.
Al salir del Coliseo vimos de cerca el Arco di Costantino y seguimos nuestra visita hacia los Foros Romanos. Nos sorprendió lo grande que son los Foros Romanos; de hecho nosotros decidimos ver primero el Coliseo y luego los Foros porque pensábamos ver lo principal primero, pero nos dimos cuenta de haber hecho la visita al revés, ya que en cada guía vimos que antes se describían los Foros Romanos y luego el Coliseo. No obstante eso, no nos arrepentimos de haber visto primero el Coliseo y después los Foros porque nos quedamos en el complejo de los Foros Romanos más de dos horas, para ver la mayoría del complejo, y no nos hubiera quedado energía para ver también el Colosseo con la calma después.
Los Foros Romanos son el antiguo complejo donde vivía el emperador romano y donde tenía lugar la vida pública de la sociedad romana; por eso, en ese complejo hay muchísimas contrucciones diferentes: casas, jardines, templos, iglesias y construcciones para el desarollo de actividades sociales. Son los restos de una ciudad, de un centro cultural muy vivo. Aunque no se tenga una guía o un mapa, hay muchos carteles donde se explica qué es cada uno de los sitios y las contrucciones que se ven. También, desde lo alto del Colle Palatino, dentro de los Foros Romanos, se puede ver el Circo Massimo, que a día de hoy es una gran esplanada rectangular parecido a un parque.
Acabamos la visita sobre las 15h, así que fuimos a buscar un sitio donde comer por el centro de Roma. Yendo hacia el centro aprovechamos para echar un vistazo a el “Foro di Cesare”, el “Foro de Augusto” y el “Foro de Traiano”.
También pudimos admirar desde la Piazza Venezia el enorme monumento al rey italiano Vittorio Emanuele II, llamado El Altar de la Patria o Il Vittoriano. El monumeto es impresionante por el tamaño: es un enorme bloque de mármol con escaleras y estatuas de caballos a ambos lados y una enorme estatua de Vittorio Emanuele II montando a caballo en el centro. Como teníamos mucho hambre y estábamos cansados, decidimos no subir las escaleras y ver el monumento sólo de lejos.
Paseamos hasta encontrar un sitio que nos apetecía y acabamos en un bar-restaurante justo al lado de la Fontana de Trevi, que ofrecía una gran variedad de comidas. Es recomendable ya que es muy céntrico y los precios no son exagerados. Aprovechamos de la cercanía de la Fontana para volver a verla con la luz del día. Tampoco esta vez nos decepcionó, al revés, su magia se mantiene totalmente también durante el día. Pudimos hacer unas cuantas fotos más, aunque hubiera más gente que el día anterior.
Seguimos nuestra visita de Roma a pie, alcanzando los sitios del centro que aún no habíamos visto: de la Fontana de Trevi subimos por via Stamperia y por Via due Macelli hasta llegar a Piazza di Spagna. En Piazza di Spagna nos sorprendió la fuente en forma de barco que se encuentra justo en el medio de la plaza, delante de las empinadas escaleras que llevan a la iglesia “Trinità dei monti”, situada arriba de la colina.
Seguimos nuestro paseo hacia Piazza del Popolo y desde allí subimos a uno de los miradores más aconsejables de Roma, el mirador del Pincio. Desde allí volvimos hacia el centro para ver, al menos desde el exterior el Palazzo Barberini y seguir hacia Piazza della Repubblica, que está justo cerca del hotel donde nos alojamos.