Primera capital báltica: Tallin

Primera capital báltica: Tallin

Llegamos a Tallin en ferry desde Helsinki con Tallink Silja Line en unas 2 horas. Allí nos recibía Julia, la dueña del apartamento donde nos ibamos a hospedar, para llevarnos en coche hasta el apartamento. El recibimiento no pudo ser mejor, nos regaló unos bombones, nos dejó una tarjeta de transporte a cada uno, mapas e indicaciones de cómo llegar al centro desde el apartamento, y nos explicó todo lo que teníamos en el apartamento: sábanas, toallas, TV, horno y microondas, cubertería, lavadora, etc. Un apartamento muy completo y nosotros encantadisimos con Julia. Además, acordamos con ella que nos pasaría a buscar al cabo de 2 días para llevarnos a la estación de buses para continuar nuestro viaje. Así que, si sois una pareja y decidís visitar Tallin, os recomendamos alojaros en Sopruse 13 Apartment.

En nuestro tercer día de viaje, tras Copenhague y Helsinki, nos levantamos tranquilamente a las 9 y desayunamos en el apartamento comida que traíamos de casa. Después de dos días intensos, y aprovechando que Tallin es más pequeña que las anteriores ciudades, decidímos tomárnoslo con calma.

Tras el desayuno, a eso de las 11 tomamos uno de los buses que iban al centro (el 24A) y en 10 minutos llegamos a la última parada de la línia, Estonia. Des de aquí, basándonos en la ruta que ofrecía la guía que habíamos comprado, fuímos hacia la puerta de Viru (Viruvärav) para iniciar nuestra visita a pie por el Casco Antiguo de Tallin. Lamentablemente la puerta de Viru estaba en obras y deslucía un poco sus torres y  la entrada al casco antiguo, pero aun así, uno puede imaginar lo bonita que es sin las obras.

Puerta de Viru en obras
Puerta de Viru en obras

Continuamos por la calle Viru, la más comercial del centro, hasta girar a la derecha por la calle Muurivahe, siguiendo la muralla. Esta calle esta repleta de artesanos con pequeñas tiendas y tenderetes bajo la muralla. Más tarde, giramos a la izquierda por el pasaje de Santa Catalina (Katariina Käik), un pequeño callejón donde se encuentra el antiguo convento Dominico y el «Patio de los Maestros», una pequeña plaza con talleres de artesanía.

Pasaje de Santa Catalina
Pasaje de Santa Catalina

Tras salir del callejón, esquivando los grupos de turistas de los cruceros, subimos la calle Apteegi hacia la plaza del Ayuntamiento. Al final de la calle, a la derecha, se encuentra la farmacia Raeapteek, la farmacia en activo más antigua de Europa. Actualmente, funciona como museo y farmacia de productos básicos.

Farmacia Raeapteek
Farmacia Raeapteek

Una vez en la plaza, encontramos el ayuntamiento de la ciudad (Raekoda), el más viejo de los países bálticos y Escandinavia, con su alta torre y pórticos, rodeada de restaurantes con terrazas que ocupan la mitad de la plaza. Además, justamente en pocos días se celebraba el Tallin Old Town Days y habían montado un escenario muy grande en el medio de la plaza. Leímos que se podía subir a la torre del ayuntamiento (Raekoja Torn, 3€) y allí fuimos. Debemos advertir que aunque no son muchísimos escalones, el ascenso y posterior descenso se realiza por las mismas escaleras, estrechas y empinadas, y el mirador con ventanas tiene escaso espacio para 5 personas. Por lo tanto, no recomendaríamos subir a esta torre porque no esta muy bien habilitada para subir, y además hay otra torre, de la iglesia de San Olaf, con mejores vistas.

Raekoja Plats (Plaza del Ayuntamiento)
Raekoja Plats (Plaza del Ayuntamiento)

Continuamos hacia la Iglesia de San Nicolás (Niguliste Kirik) una imponente iglesia en la principal arteria del casco antiguo, la calle Harju. Justo en la esquina está la oficina de turismo de la ciudad y algún voluntario que se ofrece para hacer tours a pie por la ciudad, aunque nosotros continuamos a nuestro aire. La Iglesia está rodeada de un bonito parque y unos bancos donde la gente aprovechaba para tomar el Sol.

Iglesia de San Nicolás
Iglesia de San Nicolás

Seguimos de nuevo la calle Harju hacia la Plaza de la Libertad (Vabaduse Väljak). En esta plaza, saliendo del caso antiguo, a la izquierda se encuentra la Iglesia de San Juan (Jaani Kirik), una iglesia luterana dedicada a Juan el Evangelista. Al lado opuesto, se levanta la Columna de la Victoria en la Guerra de la Independencia (Vabadussoja voidusammas). Este monumento sirve de memorial  para los combatientes en la Guerra de Independencia de Estonia de 1918-1920, y da paso al parque Harjumägi.

Iglesia de San Juan
Iglesia de San Juan

 

Columna
Columna de la Victoria

Bordeamos el parque por Komandandi Tee pasando por la torre de artillería Kiek in de Kök hasta llegar a la Torre de la Virgen (Neitsitorn), donde se encuentra el Jardín del Rey de Dinamarca.

Jardín del Rey de Dinamarca
Jardín del Rey de Dinamarca

Volviendo un poco atrás, muy cerca se encuentra la Catedral de Alejandro Nevski, impresionante por fuera pero muy pequeña por dentro.

Catedral de Alejandro Nevski
Catedral de Alejandro Nevski

Justo enfrente de la iglesia se encuentra el rosado Parlamento de Estonia y al final de éste la torre Pikk Hermann del Castillo de Toompea.

Parlamento de Estonia
Parlamento de Estonia

 

Pikk Hermann
Pikk Hermann

Continuamos por la calle de Toom-Kooli, en la colina de Toompea, hasta llegar a la iglesia más antigua de Tallin y Estonia continental, la Catedral de Santa María, del s. XIII. A lo largo de esta calle, salen pequeñas calles a la izquierda que derivan a miradores desde los cuales se puede ver parques y edificios hasta divisar el mar báltico al fondo.

Catedral de Santa María
Catedral de Santa María

Volvimos a bajar hacía la parte baja del casco antiguo en busca de un restaurante. En la zona más céntrica, alrededor del ayuntamiento, es donde se encuentran la mayoría de restaurantes. Nosotros dimos una vuelta por la calle Vere para ver los menús y al final nos decantamos por el restaurante del hotel Residence Three Crowns, ya que ofrecía menú estonio con mezcla europea a buen precio.

En la calle que baja por detrás del ayuntamiento se encuentra un restaurante curioso como es el Olde Hansa, un restaurante con decoración y menú medieval. Aún así, aunque puede ser una experiencia divertida, cabe decir que no es muy económico.

Tras comer continuamos nuestra visita por la calle Vene y calle Pikk dirección a la Gran Puerta Costera (Suur Rannavärav). Allí, se encuentra la torre de Margaret, popularmente conocida como la «Fat Margaret» debido a sus dimensiones que permetían proteger la ciudad del puerto de Tallin. La torre ha servido de almacén de armas y como prisión, pero actualmente, en este lugar se encuentra el Museo Marítimo Estonio.

Torre "Fat Margaret"
Torre «Fat Margaret»

Volvimos hacia el centro del casco antiguo por la calle Lai para ver la Iglesia de San Olaf, visita imprescindible en Tallin por las vistas desde su plataforma de observación. La torre en la cuál han construido esta plataforma de observación fue durante unos años el edifico más alto del mundo en el siglo XVI. La ascensión, y posterior descenso, se hace por una larga y estrecha escalinata circular de piedra hasta llegar a una escalera recta de madera. Desde la plataforma, las vistas son muy bonitas, pero cabe decir que no es muy recomendable si se padece de vértigo. La entrada a la iglesia es gratuita pero el ascenso a la plataforma son 2€.

Vistas de San Olaf
Vistas del casco antiguo desde la plataforma de observación de San Olaf

 

Vistas del puerto de ferrys
Vistas del puerto de Tallin desde San Olaf

Para acabar nuestra visita en Tallinn caminamos de nuevo por la calle Lai, pasando por delante del Museo de Historia Natural de Estonia, el Museo de la Sanidad Estonia y el Museo de las Artes Aplicadas y del Diseño Estonio, para dirigirnos a merendar al histórico café Kohvik Maiasmokk. Aquí se puede encontrar una gran variedad de dulces y pasteles, normalmente de mazapán, y chocolates de la marca Kalev, ya que esta última compro el edificio en 2010.

 

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