Escala de medio día en Copenhague
La visita a Copenhague fue un poco imprevista ya que nuestra idea era visitar las Repúblicas Bálticas y Helsinki, pero viendo vuelos, vimos que había una escala de 15 horas en Copenhague, así que decidimos tomar este vuelo y visitar la ciudad en una tarde, ya que su centro no es muy grande.
Nuestro vuelo aterrizaba a las 15.30h y el vuelo a Helsinki lo teníamos el día siguiente a las 7:00h, así que buscamos alojamiento a medio camino entre el centro y el aeropuerto. Tuvimos mala suerte y ese fin de semana había un congreso europeo, por lo que todos los hoteles y apartamentos estaban llenos o carísimos. Al final, encontramos una habitación pequeña en el Danhostel Copenhagen Amager, un hostel que por lo que vimos también estaba lleno de congresistas. El albergue parecía bastante completo y el recepcionista fue muy amable. La única pega que encontramos fue que la habitación era muy pequeña y los baños, compartidos, no estaban tan limpios como hubíeramos deseado, pero para una noche nos resultó suficiente.
Del aeropuerto al hostel (y al revés por la mañana), tomamos el tren regional a Orestad (2 paradas) y luego el metro hasta Bella Center (una parada). Cada billete nos costó 24 coronas danesas (unos 3€) y tardamos unos 20 minutos.
Después de dejar las maletas en el hostel, fuímos a visitar el centro de Copenhague. No sabíamos si alquilar bicis o visitar la ciudad andando, pero como de primeras no vimos ninguna información de bicis, decidimos visitar la ciudad a pie, aprovechando que la distancia entre todos los lugares que queríamos visitar no era demasiada.
Para nuestro recorrido nos basamos en una guía que compramos para conocer de antemano cosas útiles y saber más o menos qué ver.
Justo enfrente del hostel hay una parada de bus. Allí tomamos el bus 250A (el 34 también sirve) para ir a la plaza del Ayuntamiento (Rodhauspladsen) en unos 10 minutos. En la misma plaza del ayuntamiento se encuentra la fuente del dragón (Dragespringvandet) y la piedra que señala el kilómetro O de las carreteras danesas, pero desafortunadamente no pudimos verlo porque estaban en obras. De allí, empezamos a andar hacia la ciudad para dejar el parque de atracciones Tivoli para lo último, ya que leímos que era más bonito de noche.
Así, empezamos por Strøget, un conjunto de cinco calles seguidas con restaurantes, bares, tiendas y todo tipo de negocios. Podríamos decir que es la calle principal que comunica el Ayuntamiento con el casco antiguo, y está considerada la calle peatonal más grande de Europa. Seguimos por esta calle viendo las tiendas a banda y banda hasta llegar a la Plaza Vieja (Gammeltorv) y la Plaza Nueva (Nytorv), que están una junto a la otra. En el centro de la Plaza Vieja se encuentra la fuente de la Caridad (Caritasbrønden), la más vieja de la ciudad. Y en un lado de la Plaza Nueva se sitúa el Tribunal de Copenhague (Københavns Domhus).
Volvimos a Strøget para continuar hacia el puerto de Nyhavn. A medio camino, a la izquierda queda la iglesia del Santo Espíritu (Helligaandskirken), una de las más viejas de la ciudad. Un poco más adelante, nos encontramos con la fuente de Stork (Storkespringvandet), una fuente con tres cigüeñas a punto de volar hacia tres direcciones diferentes.
Un poco más tarde, llegamos al pintoresco puerto de Nyhavn, con casas de colores y restaurantes con vistas al puerto donde actualmente sólo hay barcos de turistas para hacer rutas por los canales. Bajamos por el lado opuesto a las casas de colores para poder verlas bien, cruzamos por el puente (Nyhavnsbroen) y subimos por el lado de las casas de colores para poder ir por Lille Strandstraede en búsqueda de la famosa sirenita.
La calle Lille Strandstraede deriva en Sankt Annae Pl., una calle ajardinada con un par de estatuas. Continuando por Amaliegade llegamos a a la plaza del Palacio de Amalienborg (Amalienborg Slotsplads). Es una gran plaza custodiada por la Guardia Real Danesa, con una estatua ecuestre de Federico V en el centro y con cuatro palacios simétricos en cada lado de la plaza que forman Amalienborg, la residencia de invierno de la Reina Margarita II. Actualmente sólo dos de ellos se pueden visitar.
Yendo hacia al canal están los jardines del palacio (Amaliehaven) con estatuas de mármol, una fuente central y al otro lado del canal la Opera de Copenhaguen (Operaen). Continuamos por la orilla del canal, pasando por delante de un museo de la realeza hasta llegar al principio de Kastellet, la fortificacion que ahora sirve como gran parque y en el centro tiene dependencias militares.
Subimos al parque por al lado de la fuente de Gefion (Gefionspringvandet), una fuente que representa la diosa Gefjun de la mitologia nórdica, y continuamos por el bonito parque de Langelinie. Pasamos por delante de la estatua de la Princesa Maria, y tras ver como se movia un hidroavión por el canal, llegamos a la famosísima sirenita (Den Lille Havfrue). No cabe decir que es el símbolo de la ciudad, y es casi imprescindible verla, pero la verdad es que nos sorprendió que fuera tan pequeña y estuviera allí sin más, en un rinconcito casi olvidada.
Hicimos las fotos de rigor y empezamos la vuelta hacia el centro con la idea de encontrar un restaurante para cenar. Pasamos por el medio de Kastellet, entre los edificios militares, y por el lado de la iglesia anglicana de San Albano (St. Alban’s English Church) y continuamos por la calle Esplanade hasta la calle Bredgade. Por ese calle también pasamos por el Museo de Diseño de Copenhaguen, la catedral católica de San Óscar (Sankt Ansgars Kirke), la iglesia ortodoxa de Alejandro Nevski y la iglesia luterana de Federico o de Mármol (Marmorkirken).
En la esquina de Dronningens Tvaergade subimos hasta los jardines del rey (Kongens Have) situados alrededor del castillo de Rosenborg (Rosenborg Slot). En este gran parque, con muchas estatuas y monumentos, por lo que vimos, es donde se junta adolescentes y juventud para pasar la tarde en pequeños grupitos. Desde el Castillo de Rosenborg sale a diario a las 11:30 la Guardia Real de Dinamarca por la calles de Copenhague hasta el palacio de Amalienborg donde hacen el cambio de guardia.
Salimos por el lado de los cuarteles de la Guardia Real (Den Kongelige Livgarde), por la calle Nørre Voldgade hasta Fiolstraede, por donde bajamos por el lado de la Universidad de Copenhague. Justo al lado de ésta se encuentra la Catedral de Copenhague (Vor Frue Kirke). Esta zona se nota claramente que es la universitaria por la cantidad de estudiantes que hay en los bares y terrazas. De hecho, allí es donde encontramos bares y restaurantes muy interesantes. Tras dar unas vueltas para encontrar uno que nos convenciera, nos quedamos en el Nova, un restaurante italo-mexicano con gran variedad de comida y a precios razonables, ya que Dinamarca es bastante cara.
Una vez cenado, continuamos callejeando por el centro camino a la estación central para tomar el bus de vuelta al hostel. Cruzamos otra vez la plaza del Ayuntamiento, y en la esquina vimos la estatua del escritor danés Hans Christian Andersen. Antes de tomar el bus, quisímos ver si entrábamos al Tivoli, el segundo parque de atracciones más antiguo del mundo aún en funcionamiento, pero como teníamos poco rato, estabamos cansados y valia 15€, decidimos sólo ver lo que podíamos alrededor del parque y la puerta principal, y tomamos el bus de vuelta.
En este caso tomamos el bus 34 que nos dejaba en el AC Hotel Bella Sky, a 5 minutos a pie de nuestro hostel.
Llegamos, preparamos las maletas, y a dormir 5 horitas que el día siguiente tocaba levantarse pronto para ir a Helsinki.
Para resumir, aunque tuvimos sólo tiempo de ver Copenhague una tarde y un poco rápido, nos pareció una ciudad preciosa y en un futuro nos gustaría dedicarle más tiempo, disfrutar tranquilamente del Tivoli y visitar palacios como el de Christianborg o Rosenborg. Una ciudad con precios muy altos pero muy recomendable. Lo que más nos gustó fue el puerto antiguo con sus colores y su ambiente,y en cambio, lo que nos decepcionó un poco fue la estatua de la Sirenita, muy bonita pero demasiado aislada y pequeña.
Un comentario en «Escala de medio día en Copenhague»
Un viaje precioso, a traves de vuestros ojos me haceis recordar de nuevo , cuando yo estuve que tambien fue medio dia, pero muy recomendable