Un día descubriendo Milán
Aprovechando que veníamos en tren desde Vicenza y queríamos volar a Barcelona desde Bérgamo, fuímos a descubrir Milán.
A priori todo el mundo dice que es fea, gris, que no tiene nada, etc. pero dijimos, vamos a darle una oportunidad, a verlo con nuestros ojos y a ver si tienen razón. Y no, Milán nos sorprendió gratamente. Ni sucia, ni gris, una ciudad con mucha vida y edificios con estilo.
Empezamos tomando el metro desde la Estación Central hacia el estadio de San Siro (o Stadio Meazza). A mi, por quien todavía no lo sepa, me apasiona el fútbol, y en ciudades con equipos grandes, me es casi indispensable ver su estadio e incluso museo (Tour 17€).
Y eso hicimos! Después de 20 minutos en Metro, llegamos al estadio y empezamos con la visita al Museo de San Siro. Al ser un estadio compartido por los dos equipos milaneses, el museo también es compartido a partes iguales por el AC Milan y el Inter de Milan. Sinceramente, un museo pequeño por lo grande que han sido (o son) ambos equipos. Es decir, esperábamos un museo mucho más extenso y con más trofeos expuestos.
Después del museo, entramos dentro del estadio. Vimos la zona mixta donde se colocan los periodistas esperando los futbolistas, los vestuarios del AC Milan y el Inter y entramos a ver el césped y el estadio por dentro. Tratándose de un estadio legendario, pensábamos que sería más moderno pero la verdad es que se nota que es un estadio viejo (1926) y que necesita renovación, ya que la última fue en 1990.
Tras ver el estadio volvimos hacía el centro en metro, cambiando de línia para poder llegar a la plaza del Duomo, lo más conocido de Milán. Allí se encuentra el gran Duomo y la Galleria Vittorio Emmanuel II.
Como disponíamos de poco tiempo, comimos allí mismo un bocadillo y fuimos a ver el Duomo. La entrada incluía acceso al Duomo y ascenso y descenso a las terrazas a pie. También hay la opción con ascensor pero preferimos gastar menos dinero y más calorías.
El Duomo, como podéis imaginar es majestuoso. Una de esas catedrales que por mucho que te cuenten tienes que ver con tus ojos. Aún así, lo más impresionante del Duomo de Milán son sus terrazas con las vistas a la ciudad. Para subir hay que salir del Duomo y entrar por el lateral. No se si es por la alerta terrorista que azota ultimamente a Europa, pero el Duomo estaba todo custodiado por militares italianos y te miran todo como si de un control de aeropuerto se tratara. Subimos los 250 escalones hasta llegar a unas primeras terrazas laterales y después unos pocos escalones más para subir a la terraza superior donde se puede contemplar toda la ciudad y ver las gárgolas del Duomo.
Tras pasar un rato en la terraza haciendo fotos y contemplando la ciudad desde cada rincón, bajamos otra vez por las escaleras para visitar la Galeria de Vittorio Emanuelle II. Es uno de los centros comerciales más antiguos del mund
o y con más prestigio. Se encuentra en un lateral de la plaza y es muy fácil reconocerlo por la enorme entrada. En esta gran Galería, de estilo neorenacentista, cubierta por vidrios en forma de arco en los cuatro costados y con un suelo repleto de escudos, se encuentra grandes marcas de moda y joyería y históricos locales. En el centro de los cuatros costados hay una cúpula llamada «octágono».
Tras visitar la Galeria, decidimos perdernos un poco por la ciudad de camino al Castillo del Sforzesco. Paseamos por Via Grossi hasta enlazar con Via Dante y hasta el castillo. A las puertas del castillo hay una fuente, que al llegar nosotros ya oscureciendo, aún parecía más bonita. Cruzamos el castillo para verlo un poco por encima. Nos hubiera gustado poder verlo mejor y con más calma pero teníamos que volver a la estación central para tomar el bus hacía el aeropuerto, pero no sin antes pasar de nuevo por il Duomo para verlo iluminado. Hicimos una última ojeada y algunas fotos más y tomamos un bus justo fuera de la Estación.
Hay 3 compañías que ofrecen el trayecto y al parecer al mismo precio, 5€ por persona desde la ciudad al aeropuerto de Orio al Serio (Bérgamo). El viaje dura aproximadamente 1h 30min y al ser ya oscuro aprovechamos para descansar del largo día por la ciudad de Milán.
En el aeropuerto de Bérgamo conseguimos cenar un trozo de pizza y macedonia (que básicamente era piña) en unos de los tres bares que hay pero la verdad es que no son nada del otro mundo y aconsejaría no cenar allí.
Un comentario en «Un día descubriendo Milán»
Yo estuve en Milan hace muchisimos años (40), pero con vuestra visita me han entrado ganas de volver, gracias por vuestros comentarios, nos ayudan a visitar ciudades o a recordarlas de nuevo.