Visita de un día a Padua

Visita de un día a Padua

Padua es una ciudad que hemos visitado dos veces, ambas de media jornada y en ambos casos aprovechamos que teníamos que ir a dos graduaciones, de Silvia y una amiga suya, para poder visitar un poco la ciudad. Considerando que las dos veces hemos podido visitar la ciudad sólo media jornada, hemos hecho un resumen de los dos días en esta ciudad universitaria.

Ambas veces estuvimos alojados en Romano d’Ezzelino, un pueblo a 5 minutos en coche de Bassano del Grappa, una bonita ciudad medieval donde Silvia creció y que se encuentra aproximadamente a una hora de Padua. Por lo tanto, ir a Padua en coche nos resultaba cómodo, ya que la carretera entre Bassano y Padova es casi una línea recta fácil de seguir. No obstante, el coche no es seguramente el medio de transporte mas adecuado para ir a Padua ya que es muy complicado encontrar aparcamiento (siempre de pago 2€ o 2,10€ la hora – o por tiempo, es decir que puedes dejar el coche aparcado en ese sitio máximo 30min o una hora). Aún asi, si se prefiere ir a Padua en coche, lo mejor es aparcar un poco a las afueras, cerca de la calle que rodea la muralla para evitar entrar a la zona ZTL (zona prohibida con cámaras en que si pasas te multan).

Entonces, la mejor manera de llegar a Padua es en tren, ya que está bien conectada con las grandes ciudades cercanas. Por ejemplo, de Bassano a Padua hay un tren más o menos cada hora (4,80€ / una hora de viaje) y la estación de tren está a 10 minutos a pie del centro.

Nosotros aparcamos el coche cerca de la estación de tren y tomamos la calle Corso del Popolo para ir hacia el centro. Corso del Popolo es una de las calles principales de Padua, y siguiendo recto esta calle se llega al centro en 10-15 minutos. Más o menos a la mitad de esta calle, en el lado izquierdo, justo después de pasar el puente, está el parque Giardini dell’Arena, un parque muy bonito por la gran variedad de plantas y flores, aunque no es una zona muy segura, sobretodo al anochecer. Dentro de éste se encuentra la famosa Cappella degli Scrovegni, pintada por Giotto, pintor italiano del siglo XIV. Desgraciadamente, no tuvimos tiempo de verla en ambas ocasiones, pero merece la pena si os gusta el arte.

Volviendo al Corso del Popolo se puede ver los caracteristicos edificios históricos pertenecientes a la dominación de los Carraresi en territorio paduano. De hecho, la mayoria de edificios históricos, pertenecen al periodo de los Carrararesi: los restos del castillo, de la muralla y los muchos edificios históricos presentes en la ciudad.

Al final de Corso del Popolo, llegaríamos a las plazas. Pero antes de ir a ver las plazas, giramos a la derecha en Corso Milano, otra arteria de la ciudad, y la calle principal para ir de compras. Allí como no podíamos soportar el calor que hacía en la ciudad (en verano puede hacer mucho calor, y en invierno mucho frío y niebla), paramos rápidamente en una tienda para comprar ropa más ligera y volvimos al Corso del Popolo, para entrar en el centro histórico.

Girando a mano derecha, en menos de 5 minutos, llegamos al Caffè Pedrocchi, uno de los cafés más antiguos y famosos de Padua  El caffè Pedrocchi está ubicado en un edificio histórico, y por su fama es casi prohibitivo tomar un cafe en el interior (9€); aunque si se quiere probar un café del Pedrocchi, lo mejor es pedirlo para llevar, ya que el precio es más normal (1€).

Pedrocchi
Caffè Pedrocchi

Siguiendo hacia la derecha en Via Gorizia, se llega a una de las tres plazas mayores de Padua: Piazza della Frutta, así llamada por el mercado de fruta y verdura que hay cada mañana.

Pero antes de llegar a la Piazza della Frutta, a la izquierda, se encuentra un pequeño establecimiento sin mesas y con paredes de madera que sirven bocadillos. Es una parada casi casi obligatoria si se visita Padua, dónde es muy difícil elegir qué bocadillo comer, como se puede ver en la foto a continuación.

Panineria Dalla Zitta
Panineria Dalla Zitta

Dimos una vuelta por la plaza, pasamos bajo los pórticos de la plaza hasta llegar a la Piazza dei Signori, famosa sobretodo por el gran reloj, símbolo de la ciudad, que se puede ver cuando entramos en la plaza, en el arco del antigua residencia de los Carraresi. Dimos una vuelta a la plaza, llena de paraditas de ropa y joyas, y llegamos al arco donde está el reloj.

Tras pasar el arco con el reloj, se llega a la Piazza Capitaniato, donde se encuentra una de las muchas sedes de la Università degli Studi di Padova, el Palazzo Liviano, sede de la Facultad de Letras. De hecho, Padua, es famosa por ser una ciudad universitaria y por tener muchísimas sedes de la Universidad por toda la ciudad.

Después de haber hecho unas cuantas fotos y haber visitado la planta baja del Palazzo Liviano, volvimos a la Piazza dei Signori para ir a ver la última plaza que nos quedaba.
Cruzamos la plaza y tomamos Via Fiume para ir hacia la Piazza delle Erbe, donde se encuentra el mercado de plantas y flores. A la izquierda está el Palazzo della Ragione, antiguo edificio sede del órgano judicial de la ciudad. En los pórticos de la plaza, bajo el Palazzo della Ragione, hay una paraditas fijas antiguas y muy apreciadas por los locales donde se venden productos frescos como embutidos y quesos.

palazzo Padua
Palazzo della Ragione

Otro aspecto curioso e interesante para los jóvenes universitarios es el Happy Hour, que sobretodo en otoño y primavera se transforma en una gran fiesta en Piazza delle Erbe. De hecho, entre las 6 y las 8, horario en que los locales toman un aperitivo, la plaza se llena de centenares de universitarios, que aprovechan el 2×1 del Spritz, tipico aperitivo veneto compuesto por Aperol, vino espumoso y agua con gas.

Cruzando la plaza y dejando a la izquierda el Palazzo della Ragione, seguimos en Via Canziano y llegamos al Palazzo del Bo, sede principal de la Universidad de Padova, y de la Falcultad de Derecho. Frente a ella se encuentra el Ayuntamiento de Padova.

Nosotros entramos al Palazzo del Bo para asistir a una graduación, pero  también es posible contratar una visita guiada en italiano u otros diomoas para el edificio y el Teatro Anatómico. En cuanto entramos, notamos la historia del edificio que se ha intentado mantener en cada rincón, incluyendo la salas con frescos del s.XVIII.

Saliendo del Bo, seguimos por Via Roma, otra de las calles princiales, en la que se encuentran muchas tiendas. Al final de dicha calle llegamos al Prato della Valle, un impresionante parque ovalado con césped y una fuente central rodeado por un canal artificial con estatuas romanas.

Prato della Valle
Prato della Valle

Después de dar una vuelta por el parque y hacer unas cuantas fotos, seguimos nuestra visita hacia la última etapa planeada: la basílica de Sant’Antonio di Padova, o más comunmente conocido como el Santo. Tomamos Via Belludi desde Prato della Valle y andamos unos cinco minutos más.

Vista la hora, el cansacio y la larga cola, decidimos no entrar en la iglesia, y en cambio, mirar su fachada y leer la historia que se encuentra en los paneles exteriores. Para acabar la visita, volvimos hacia el coche por otras calles para descubrir otros lugares del centro histórico.

San Antonio de Padua
Basílica Sant’Antonio di Padova

 

2 comentarios en «Visita de un día a Padua»

  1. Con esta descripcion tan bonita, te vienen ganas de visitar esta ciudad, espero en un futuro no lejano poderlo hacer

  2. Como decia, fuimos a Padua el peor dia de la semana: un lunes. Asi que nos perdimos otras visitas que nos habria encantado hacer. Si se quiere conocer bien Padua y visitar todos los monumentos de los que he hablado, es muy conveniente hacerse con una Padova Card. Ademas de dar acceso gratuito a todos los monumentos de la ciudad –menos a la Universidad y el euro de la reserva para la

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.