Hoy es el día que mas ilusión nos hace. Vamos a La Maddalena y Caprera! Es decir a disfrutar de las (seguramente) mejores playas de Cerdeña. No sabemos si todas las playas son preciosas o simplemente hemos sabido elegir bien, pero las 3 calas que hemos estado nos han encantado.

Primero de todo hemos tenido que llegar hasta Palau, donde sale el ferry para La Maddalena. Desde Badesi a Palau hay como 1 hora y media. Al llegar allí directamente hemos ido al puerto y comprado los billetes (50€ por 2 pasajeros y coche pequeño). Por suerte, el ferry salía en 5 minutos, así que hemos ido directos con el coche al ferry y a esperar arriba. En 15 minutos hemos llegado a La Maddalena, un pueblo homónimo a la isla, que parece bonito pero que hoy lo hemos obviado para ir directamente a por playas y relax lejos del bullicio.

Al llegar a Maddalena hemos ido hacia la izquierda en dirección a Cala Francese, y en unos 15 minutos, tras desviarnos a la izquierda por un caminito de tierra, hemos llegado a una especie de aparcamiento donde ya había unos pocos coches. Allí mismo hay un bar y un lavabo (de pago) y  por varios sitios salen caminitos que van a calas. Nosotros hemos seguido uno por el que vimos que otra gente también iba.

El caminito va a parar a dos pequeñas calas con muy poca arena pero con rocas con suficiente espacio para tumbarse. Eso sí, poca sombra, aunque aquí no hemos utilizado el parasol porque hacia bastante aire y se podía soportar el Sol. Nos hemos bañado un rato en esta agua cristalina y hemos recogido todo para ir a ver otra cala al otro lado de la isla.

Hemos conducido por la carretera panorámica hacia Cala Spalmatore, parando un par de veces para hacer fotos al paisaje. En la cala hay un pequeño bar que ofrecen bocadillos y pizza, así que allí hemos comido hoy para aprovechar más tiempo de playa. El agua aquí también es cristalina y hay al menos 4 trozos de arena para poderse tumbar. Hemos ido a la parte derecha que es la que es más ancha y hay más sitio para poner el parasol. Aquí el Sol picaba igual que en la anterior pero al estar más recogida no pasaba tanto aire, así que el parasol era indispensable. Igual que en la otra, nos hemos bañado un rato, nos hemos secado y hemos continuado nuestro día hacia la isla vecina de Caprera.

Caprera, al contrario que la Maddalena, no está habitada, pero es la única isla que se puede acceder con coche desde La Maddalena a través de un puente. Las demás islas se tienen que visitar por mar con excursiones o propia embarcación.

Hemos tardado unos 15 minutos hasta llegar a la cala que queríamos ver, la Cala Cortese. Justo al lado de esta playa hay un estrecho que conecta con otras calas y playas que habíamos leído que están bien (Spiaggia del Relitto, Cala Andreani…), pero como teníamos poco tiempo, hemos decidido quedarnos en ésta y disfrutarla más rato. Además, para llegar a las otras calas y playas, el camino es estrecho y de tierra.

No sabemos como son las demás, pero Cala Cortese ha sido un elección excelente. Hemos alucinado con la transparencia del agua y, aunque estaba un poco fría, hemos disfrutado como niños con esta agua y tranquilidad. Soplaba viento y no había mucha gente, lo cual ha hecho que lo disfrutáramos más. Tras un par de horas en esta playa, hemos recogido todo y hemos vuelto a la Maddalena para tomar el ferry de vuelta a Palau.

En una hora y media ya estábamos de nuevo en nuestro apartamento mirando las fotos que nos habíamos hecho, ya que calas y aguas como éstas no se ven muy a menudo. Sin duda, a La Maddalena, volveremos.