Nuestro viaje a Cerdeña ha empezado con un ferry desde Barcelona a Porto Torres. Ha sido nuestra primera vez en un ferry de larga duración (12horas) o crucero, así que todo ha sido nuevo para nosotros. Hemos llegado pronto por si a caso, hemos dejado el coche donde nos han indicado y hemos hecho el check-in. Entonces, hemos tenido que esperar 45 minutos para poder embarcar en el ferry. Por lo visto, sólo puede subir una persona con el coche y los demás pasajeros suben andando, lo cual hace la espera interminable para el conductor y los demás que esperan arriba. Además, hemos podido comprobar que por mucho que llegues pronto, puedes ser el último en embarcar el coche…

A los pasajeros que suben a pie, sólo les controlan el número de camarote y luego es fácil ubicarse porque todo está bien indicado dentro del barco. El conductor simplemente deja el coche donde le indican y sube directamente hacia el camarote.

Una cosa que nos ha sorprendido y que no sabíamos es que todos los camarotes son con camas separadas (a no ser que pagues 110€ por la Junior Suite), así que claramente, hemos dormido en dos camas.  Aún así, los camarotes están bastante bien (para 2 personas) con baño y ducha privada.

Al principio hemos dado una vuelta para ver un poco el barco y hemos visto un rato la ciudad y el puerto de noche, todo iluminado. Hemos cenado unos bocadillos que llevábamos de casa y hemos ido a dormir al camarote. Al despertar, ya estaremos casi en Porto Torres preparados para nuestras vacaciones de playa y relax.